“Producir en Argentina cada vez cuesta más. Soy panadero y solo uso la mitad de las máquinas”, señaló en declaraciones a Radio Rivadavia. Pinto remarcó que el consumo de pan, considerado un alimento esencial y en muchos países indicador de pobreza, cayó un 50% en ese período.
El golpe es todavía más fuerte en productos clásicos como las facturas: “Se venden un 85% menos. Ya ni siquiera se vende la docena del día anterior al 50% de descuento. Hoy las panaderías producen por pedido, con dos o tres productos básicos, y las heladeras están apagadas porque lo que no se vende se tira”, relató, citado por la agencia Noticias Argentinas.
Con más de tres décadas de experiencia en el rubro, Pinto explicó que las panaderías solo trabajan al 50% de su capacidad. “Antes en el mostrador tenías una gran variedad: panes, facturas, sándwiches. Hoy la realidad es muy distinta. Trabajamos con lo justo y apagamos equipos para ahorrar energía y evitar pérdidas”, agregó. (DIB)