El terrible hecho ocurrió en la madrugada del martes 9 de diciembre, en la localidad de Huanguelén, en el partido bonaerense de Coronel Suárez. El hombre estacionó el camión que conducía, un Mercedes Benz 2035, a 150 metros de la ruta 60, llamó por teléfono a su exmujer Daiana García y la alertó sobre lo que iba a hacer.
García, que es sargento de la Policía Comunal, dio aviso a los efectivos para que se arrimen al lugar con urgencia. Sin embargo, cuando llegaron, se encontraron con el hombre y su hijo dentro del vehículo estacionado, ambos con un disparo en la cabeza. El hombre todavía tenía en su mano una pistola Bersa calibre 22. El menor aún tenía algunos signos vitales pero finalmente falleció en el hospital.
Denuncias previas
Un agente involucrado en la investigación explicó a La Nueva que “entre ellos había problemas de violencia familiar y hubo denuncias anteriores”. En ese sentido, aseguró que el homicida, al parecer, “veía poco a su hijo y habría tomado esa decisión en represalia hacia la mujer”.
La Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N°5 (UFIJ N°5) del Departamento Judicial Bahía Blanca, bajo la responsabilidad del fiscal Jorge Viego, interviene en la causa, que fue calificada como homicidio agravado por el vínculo seguido de suicidio.
“Fue tu culpa”
Según medios locales, el hombre había anticipado el suceso a través de una carta que publicó en sus estados de WhatsApp y que luego se viralizó. Allí Suárez dijo que “por culpa tuya (en referencia a Daiana García) nos fuimos para siempre. Jamás vas a poder olvidar a Fran y a mí, aunque no te guste eso. Por ser una turra que él no merecía y muy mala mujer”.
El texto completo de la nota empieza: "Daiana, nos vamos con Fran así estás tranquila como lo decidiste, te propusimos que no te vayas a Pigüé y lo hiciste igual, no te importó el amor de tu hijo, así que ahora hacete cargo de tus actos”.
Continúa: “Me volviste a mentir en la cara, te burlaste de mi otra vez y no te lo voy a permitir. Siempre con mentiras como vos estás acostumbrada a tratar a todo el mundo. Tenés que aprender a no mentir y jugar con las personas y sentimientos de ellas”.
Suárez escribió luego: “Yo te había dejado el camino libre hasta hace poco cuando me empezaste a invitar a tu casa y me propusiste irnos a vivir a otro lado y tener otro hijo. Me parecía medio loco todo pero lo único que quería era ver a mi hijo crecer feliz con su mamá y papá y con un hermanito aún más. Luego arrancaste con un martes trece como siempre, ahora a llorar a la iglesia Daiana García”.
“Mi bebé va a estar bien junto a mí”
En ese momento empieza la parte más terrible de la nota: “Me voy con mi bebé Francisco porque le prometí cuidarlo siempre y así lo haré. Él va a estar bien junto a mi donde quiera que estemos y no en una vida de mierda que le podés dar vos acá dejando tirado en un lado ú otro para irte con algún macho porque es lo primero que siempre hacés. A vos el nene no te importa y nunca te importó”.
Continúa: “Para vos lo primero es ‘la de abajo’. Ahora seguí con tu vida como vos decís, con tus 34 años, pero veamos qué tan feliz sos cuando veas un nene como Fran con su mamá, con su guardapolvo de jardín como usaba tu hijo o veas jugando niños jugando como podría estar él y se lo arrebataste vos por una vida de turra y te plantearás si es mejor vida esa o la de una familia”.
“No lo vas a ver nunca más”
“Te lo dije Daiana, el que ríe último, ríe mejor y no me diste bola y seguiste burlándote, eso lo tenés que pagar. Yo a Fran lo voy a seguir cuidando siempre conmigo. En cambio vos no lo vas a volver a ver nunca más, vos te lo perdiste y tuviste la oportunidad de verlo crecer, pero no, decidiste como siempre, irte y bajarte los pantalones antes que tu hijo y no vengas a hacerte la mamá luchona porque no lo sos”, sigue.
“Andá y hacé esa vida que querías, pero nunca va a ser como la que vivimos en familia como cuando nació Fran. Ahora no nos llores ni te pongas en el papel de víctima porque si hubo una víctima fuimos nosotros de todas tus mentiras siempre”, escribió Suárez.
“Lo tenías todo y lo perdiste”
Y cerró, antes de matar a su hijo y pegarse un tiro en la cabeza: “Donde quieras que vayas, aunque no quieras, los recuerdos con nosotros estarán presentes y veremos qué tan feliz sos con tu vida. Lo tenías todo y lo perdiste, así que ahora me toca decírtelo a mí, pan y ajo, no valés nada Daiana ni como mujer, ni como madre, ni como persona. Te merecés lo peor por el resto de tu vida y sé que así será porque por más que busques un tipo para embarazarte, no servís para dar hijos y lo sabés ya que Fran fue un milagro después de tantas pérdidas y lo sabés bien a eso" (DIB)