La ciudad de Mar del Plata volvió a sacudirse ante una tragedia: Brian Cabrera, un joven de 29 años en situación de calle, fue encontrado sin vida este martes por la noche en la intersección de Pringles y Santa Fe, en el barrio de Primera Junta. Vivía en condiciones extremas de precariedad y, según trascendió, había estado cursando un cuadro respiratorio en los días previos.
La alerta llegó al 911 y, tras el aviso, acudieron al lugar efectivos policiales y personal sanitario, quienes constataron el fallecimiento. La Policía Científica trabajó en la escena y el cuerpo fue trasladado para la correspondiente autopsia.
Si bien en principio no presentaba signos de violencia, el fiscal Carlos Russo dispuso una causa caratulada como “averiguación de causales de muerte”.
Según se supo, el lunes una unidad del SAME lo había asistido por fiebre y problemas respiratorios. Se presume que podría haber estado cursando una neumonía. Sin embargo, Cabrera se negó a ser trasladado al hospital, y por la Ley de Salud Mental no es posible hacerlo sin consentimiento.
Hace seis años
Cabrera había sido asistido por el área de Desarrollo Social del municipio desde al menos seis años atrás, cuando él mismo se acercó por primera vez al dispositivo ubicado en Plaza Rocha. A lo largo de ese tiempo, fue tratado en instituciones como Posada del Inti y dispositivos de Sedronar por consumo problemático. Durante la pandemia de coronavirus fue alojado en Chapadmalal, y de manera intermitente recurría a espacios municipales para gestionar documentos o asistencia.
“Lo conocía desde antes de asumir como secretaria”, declaró Vilma Baragiola, titular de Desarrollo Social, en diálogo con Radio Brisas. Contó que Brian se acercó por última vez en mayo, para tramitar su DNI y fijar domicilio en la secretaría.
“Tenía un serio problema de salud, y aunque el SAME intentó trasladarlo al hospital, no quiso ir. No podemos obligarlos”, explicó Baragiola.
En los últimos tiempos, Brian solía dormir junto a dos personas más, en una situación que Baragiola describió como frecuente entre quienes eligen “ranchar” en grupos informales en vez de acudir a paradores como el de Las Américas.
La funcionaria reconoció que Cabrera tenía antecedentes policiales por robos y un pedido de captura activo.
El caso de Gustavo Cabello
La semana pasada otro hombre en situación de calle, Gustavo Héctor Cabello, fue hallado muerto en un garaje de la zona de 14 de Julio y Rivadavia, en medio de la ola polar que atravesaba la ciudad balnearia.
Su caso generó un fuerte debate, tras las denuncias de vecinos que aseguraron que sufría hostigamiento de la Patrulla Municipal. En aquel momento, el intendente Guillermo Montenegro respondió con un polémico tuit en el que lo acusaba de ser “un delincuente con múltiples causas”. La situación finalizó con un fallo del juez de Garantías Juan Tapia, que instó al cuerpo a no realizar operativos que impliquen el ejercicio de violencia física y psicológica sobre los ciudadanos.
“Es un escándalo que siga muriendo gente en esta situación”
Mientras tanto Ana Laura Vulcano, integrante de la Mesa del Diálogo por la Dignidad de las Periferias de la Iglesia Católica, resaltó que “es escandaloso que siga muriendo gente en la calle”.
“La gente en situación de calle no está ahí porque quiere. Son muchas las exclusiones que han vivido estas personas. Muchas veces tienen que ver con la salud mental, que también es una vulnerabilidad en estos tiempos muy grave”, aseguró la abogada ante los medios locales.
“Es escandaloso que siga muriendo gente en la calle, una tragedia. Hay mucha violencia, desde todos los sectores. También desde lo público. Acá hay una responsabilidad absoluta e indelegable del Estado Nacional, Provincial y Municipal. Entonces lo que intentamos todas las noches desde la Iglesia Católica es dar la ayuda que podemos”, analizó Vulcano.
Por otro lado, advirtió que el Hogar de Nazaret, que asiste a ciudadanos bajo esta condición, “rebalsa de gente” y “no tiene más lugar”.
El domingo 29 de junio el medio marplatense La Capital aseguró en un informe que en la ciudad hay un 10% más de personas que viven en la calle que en 2023. (DIB)